Introducción:
En esta última actividad, recogeré y reflexionaré acerca de los aspectos que considero más relevantes o más llamativos de esta asignatura. Para empezar, me gustaría decir que no me esperaba para nada que fuéramos a llevarla de esta manera. Como se ha comentado en clase, cuando escuchamos la palabra “literatura” se nos viene a la cabeza la historia de la literatura, es decir, autores, corrientes literarias, un montón de obras… Y me ha alegrado mucho ver que no era así para nada. Como cita el libro “Poesía infantil: teoría, crítica e investigación”, Paul Hazard en 1932 planteaba lo siguiente:
“Creyéndose hermosos, los mayores han ofrecido al niño unos libros que representan al adulto con sus mezclados atributos, con su sentido práctico, su ciencia, hipocresía y anquilosamiento. Les han brindado unos libros que rezuman aburrimiento, capaces de convertir para siempre el buen sentido en cosa antipática; libros necios y hueros, pedantes y pesados; que paralizan los ímpetus espontáneos del alma; obras absurdas, a docenas y centenares (…)”
Después de haber profundizado en el tema, he aprendido que la literatura es indispensable como complemento para el completo desarrollo de las personas. Es muy enriquecedora, y nos ayuda a mejorar ciertas capacidades necesarias para muchas de las situaciones a las que nos enfrentamos día a día. En concreto, he aprendido a valorar mucho más la literatura infantil. Erróneamente, como mucha gente, pensaba que este tipo de literatura tenía como fin principal enseñar a leer y escribir, y entretener. No sabía que podía tener tantos beneficios para los niños y que podía trabajarse de tantas maneras.
En este artículo evitaré escribir la teoría de la literatura infantil, porque para eso está el link en la bibliografía; en cambio, reflexionaré sobre lo que he aprendido y lo que más me ha interesado.
Tema 1: Literatura Infantil. Análisis y selección:
Al ser el primer tema de la asignatura, fue el primer paso hacia el “conocimiento” de la literatura infantil. A través de él, se nos introdujo la asignatura y la primera actividad.
Uno de los aspectos que más me llamó la atención fue la diferencia entre literatura y paraliteratura. Como he dicho en la introducción, yo pensaba que una de las finalidades de los cuentos era enseñar, y con este tema me di cuenta de que estaba equivocada. Creo que como futuras maestras conocer esta diferencia es esencial para llevar a cabo correctamente nuestra labor. La literatura es un arte, no tiene fin educativo como tal, y así debe ser tratada tanto dentro como fuera del aula. Por eso es tan importante que las maestras y los maestros conozcamos debidamente la literatura, para poder sacarle todo el partido.
Por otra parte, aprendí mucho del trasfondo emocional de los cuentos. No sabía que podían ayudar a los niños a entender ciertas situaciones de su vida cotidiana que impliquen sentimientos y emociones, como la separación de sus padres, el miedo a la oscuridad, la vergüenza…
El texto teatral:
En este apartado, hemos podido ver la poca importancia que se le da al teatro en Educación Infantil. De acuerdo con la Teoría de Literatura Infantil de Irune Labajo del año 2017, “los textos teatrales apenas son un tres o un cinco por ciento de la producción literaria infantil”. Opino que son indispensables a estas edades porque se trabaja el cambio de rol, muy importante para dejar a un lado la etapa del “yo, yo, yo” y empezar a ponerse en el lugar de los demás (empatía). Además, ellos mismos pueden participar en la representación teatral no solo como los actores, sino como directores, guionistas, encargados del decorado y el vestuario… Gracias a las representaciones teatrales pueden desarrollar muchas de sus capacidades, y también puede crearse un ambiente idóneo para involucrar a las familias en los procesos que se llevan a cabo dentro de la escuela.
La poesía de autor:
Como bien hemos visto en clase, la poesía está muy mal enfocada en las aulas de infantil. Aprenderse de memoria un poema no va a fomentar el interés de los niños por la poesía ni por todo lo que esta ofrece. Lo que sí me gustó mucho de este apartado, fue la poesía “nonsense”, pues creo que es una manera muy adecuada de que los niños conozcan otro tipo de poesía diferente al tradicional.
Otro aspecto que considero muy importante respecto a la poesía es que, bien trabajada, puede sacar a la luz mucha creatividad y originalidad, al contrario que muchas de las metodologías impartidas actualmente que las esconden en una caja porque “no hay tiempo ni ganas de desarrollarlas” (es mucho mejor aburrirles con contenidos que no les interesan y que no les permiten desarrollarse como niños y niñas que son ).
Los cuentos de autor:
Los cuentos que trabajamos con los niños tanto en el aula como en casa, deben ser adecuados para ellos y amoldarse a sus necesidades y al momento evolutivo en el que se encuentran. Por eso es muy importante tenerlos en cuenta a la hora de crear un cuento o de trabajarlo con ellos.
Los niños escuchan los cuentos desde su propia experiencia, cada uno se identifica con un momento, personaje o pensamiento diferente de la historia, así que también he aprendido a no guiar la lectura hacia una moraleja, sino dejar que cada niño interprete el cuento a su manera y extraiga lo más importante para él.
Análisis de textos de autor:
Respecto a este apartado, todo lo que aprendí y destaqué está explicado en la primera entrada de este blog, en la cual escogí un cuento y lo analicé, decidiendo si era apropiado o no y a qué edad dirigirlo.
En mi opinión, este análisis es una de las claves principales para saber trabajar la literatura con los niños de la mejor manera posible. Si no sabemos escoger cuentos apropiados para ellos, no conseguiremos que disfruten de la literatura.
Tema 2: Textos folclóricos- Selección y adaptación
Como ya hemos visto, el folclore forma parte de cada cultura, y está presente en todas las sociedades (y como la escuela forma parte de la sociedad, también está presente en ella). De niños todos hemos escuchado relatos folclóricos como La Sirenita, Caperucita, El soldadito de plomo… Estos relatos pasan de generación a generación, así que es muy probable que nuestros futuros alumnos también los conozcan. Por este motivo, debemos saber enfocarlos de la mejor manera, y adaptarlos si es necesario.
Me llamó mucho la atención el hecho de que la literatura folclórica debiera conservar su oralidad, es decir, que se cuenta y no se lee. Estos relatos se transmitían de boca en boca de un pueblo a otro, y solían ser contados por los adultos a sus hijos durante las reuniones familiares alrededor de la lumbre. Esto hace de la literatura folclórica una “literatura familiar”.
Lo que me gustó mucho aprender fue la diferencia entre los cuatros conceptos siguientes: cuento folclórico, mito, leyenda y fábula. En el caso de los cuentos, como dice Irune en el mismo documento citado anteriormente, “hablan de las posibilidades liberadoras de la imaginación”. Lo que los distingue de los mitos es que estos últimos están más focalizados a los hechos sobrenaturales; de las leyendas que éstas tienden a alejarse de la veracidad de las historias reales desde las que se crean, exagerando la fantasía; y de la fábula es la moraleja, es decir, que los cuentos tienen enseñanzas morales implícitas y las fábulas explícitas, al final de cada historia.
Teatro folclórico:
Este tipo de teatro tenía una gran importancia antiguamente, ya que era una de las pocas maneras de divertirse cuando no había tecnología, cine…etc. Por ello, este tipo de teatro incluía también pequeñas pinceladas de educación, como por ejemplo gracias a los títeres y las marionetas. Actualmente todo tipo de representación teatral ha quedado eclipsado por el cine, la televisión, Netflix… y otras plataformas que utilizamos para entretenernos, y por la opinión generalizada de que los títeres están dirigidos a los niños pequeños.
Dentro del aula los títeres son todo un acierto a la hora de mostrarles este tipo de teatro. No solo porque son un apoyo visual llamativo, sino porque ellos mismos pueden crear y personalizar sus propias marionetas de acuerdo a la historia que se vaya a representar. Considero que es muy importante preservar el folclore en todas sus expresiones, porque forman parte de nuestra cultura y de la esencia de nuestra sociedad. Además, creo que todo tipo de teatro es una experiencia que puede enriquecer a los niños y niñas, y apoyando el teatro apoyamos las artes, las cuales están quedando a un lado por la importancia que se le da hoy en día a los contenidos más científicos dentro de las escuelas.
Poesía folclórica:
Respecto a la poesía y los cuentos folclóricos opino lo mismo que con el teatro: es esencial conservarlo. En concreto la poesía, creo que tiene muchas ventajas que los niños pueden aprovechar, como por ejemplo la expresión de los sentimientos. Para mí este aspecto es muy importante, porque opino que la educación actual da prioridad a contenidos y objetivos que los alumnos deben cumplir pero no a lo que sienten o lo que piensan. Parece que todo el universo emocional está pasando a un segundo plano dentro de la educación, y creo que eso es un error garrafal.
Po otra parte, la poesía fomenta el ingenio, la espontaneidad y la creatividad de los niños. Además pueden realizarse actividades que incluyan el juego o la música en relación a la poesía, de manera que no se trabaje ésta únicamente, sino compenetrada con otras maneras de expresión.
Cuentos folclóricos:
Ya he hablado antes de los mitos y los animales, así que ahora me gustaría tratar los cuentos de hadas, los que más han llamado mi atención. Desde siempre he preferido leer cuentos y novelas fantásticas, de hecho, con 20 años todavía lo hago. Creo que a través de este tipo de cuentos podemos trasladarnos a otros mundos sujetos a otras reglas, en los que habitan criaturas mágicas y suceden hechos maravillosos. Opino que la fantasía ejercita mucho la creatividad y la fomenta, pues no hay límite que valga cuando se habla de inventar. Además, a los niños pequeños les interesan mucho estas criaturas y los sucesos mágicos, lo absurdo, lo que en la realidad no puede tener lugar.
- Paradigma de Propp:
Propp sostiene que el cuento maravilloso está sujeto a un mismo esquema “morfológico”, en el que aparecen los mismos roles (princesas, héroes, ayudantes, brujos…etc.), las mismas acciones (planteamiento, nudo y desenlace generalmente con final feliz), y las mismas funciones (Propp enumera 31, entre ellas: alejamiento, prohibición, reacción del héroe o persecución).
Normalmente en esta estructura, el protagonista se encuentra en un núcleo familiar en el que pasa su infancia y se siente protegido. Durante la adolescencia se produce un alejamiento y el comienzo de su viaje iniciático, en el que pasa por unas pruebas, conoce a sus ayudantes (mágicos o no) y se enfrenta a sus oponentes (a veces es el propio protagonista su oponente). Por último forma un nuevo núcleo familiar al final de la historia.
La verdad es que me parece una observación muy interesante, porque muchos de los cuentos folclóricos que he escuchado se ajustan a esta idea.
Grandes recopiladores:
- Charles Perrault:
Perrault publicó diferentes cuentos folclóricos con moralejas adaptadas para jóvenes y adultos encaminadas a avisarles y prevenirles acerca de algunos peligros, como en el caso de Caperucita en el que avisa a las jóvenes del peligro que tenía en aquella época (siglos XVII Y XVIII) vestirse provocativamente. Sus cuentos premiaban a la clase alta y ridiculizaba a la popular (cosa que yo cambiaría).
- Hermanos Grimm:
Estos dos hermanos se dedicaron desde finales del siglo XVIII a mediados del XIX a recoger historias populares, adaptarlas y ponerlas por escrito. Estas historias no tenían como finalidad dirigirse a niños, y sin embargo, como hemos visto, son las más adecuadas para Educación Infantil. Se caracterizan por tener una visión optimista y por la fácil identificación con el héroe.
- Hans Christian Andersen:
Basó todas sus historias en sí mismo, no eran adaptaciones sino creaciones particulares. En todas ellas puede notarse un sentido moral y filosófico, y se caracterizan por tener un final triste, pues H. C. Andersen sentía gran simpatía por las personas infelices. Por este motivo, hay que saber escoger sus cuentos para contárselos a los niños pequeños.
Me interesó mucho saber que “El patito feo” se consideraba una autobiografía, y ahora que conozco el trasfondo de este cuento, me parece aún más triste (y esto no tiene por qué ser malo).
Uso de los cuentos folclóricos:
En este apartado hemos aprendido a seleccionar cuentos folclóricos de acuerdo a la edad de los oyentes, y a realizar adaptaciones si son necesarias (actividad 2). Aprendimos la razón por la que los personajes femeninos de estos cuentos aparecen generalmente como dependientes, vanidosas y débiles. Como vengo diciendo a lo largo de esta entrada, la cultura influye en la sociedad y viceversa, así que si en aquel entonces la sociedad era machista, la cultura lo reflejaba. A pesar de ello, podemos encontrar cuentos como “Toda clase de pieles” que nos presentan a una protagonista autónoma, inteligente y valiente.
Respecto a las adaptaciones, debemos conocer la manera de realizarlas adecuadamente antes de llevarlas a cabo, porque podríamos cambiar completamente el argumento principal. Una cosa es cambiar el vocabulario y ajustarlo al que se utilizaría a día de hoy, y otra cambiar los motivos por los que, por ejemplo, el protagonista huye de su núcleo familiar, porque cambiaría totalmente el hilo del cuento.
Algunas de las adaptaciones que se nos aconsejaron fueron las siguientes:
- Añadir nombres a los protagonistas que acostumbran a no tenerlos.
- Evitar detalles escabrosos, pero no la muerte, porque los niños no tienen un entendimiento profundo del tema. Saben que morir es triste, pero no supone un duelo para ellos.
- Evitar los despectivos físicos, es decir, cambiar feo por mala persona.
- Acortar el relato si es demasiado extenso.
Tema 3: La hora del cuento
Cuentacuentos:
Esta estrategia tiene como objetivo principal favorecer la creatividad e imaginación, ya que no se complementa con ningún apoyo visual. Esto me parece muy acertado, porque cada uno se imagina de una manera diferente al mismo personaje y el mismo escenario, y eso debería fomentarse; es lo bonito de la imaginación.
En este tipo de relatos, el narrador es indispensable, porque debe hacer llegar a los niños todas las situaciones que viven los personajes, que se sientan identificados, y seamos sinceros, hacerlo sin apoyo visual es todo un reto. Por eso, creo que se equilibran en importancia el cuento escogido y la manera de contarlo. Como dijo Fernando Merlo en 1976:
“El personaje de una ficción infantil puede ser niño o adulto, cándido o perverso, pero debe estar visto con ojos de niño, revivido según los cánones vitales propios de los niños.”
A la hora de contar cuentos folclóricos es muy importante hacer una buena selección; al no tener apoyos, debemos saberlo (nunca memorizarlo porque no se cuenta con la misma naturalidad). Además de esta manera podemos variar pequeños detalles, nunca el argumento, para favorecer la comprensión del cuento.
Como he podido aprender a raíz de la segunda actividad, para ser un buen cuentacuentos es necesario cuidar el ritmo, la duración del cuento y sobretodo la entonación. También es aconsejable hacer pequeñas pausas durante el relato para crear momentos de misterio y captar mejor la atención de los niños. Es importante mantener el volumen de voz alto y ser claros, realizar preguntas para mantener el hilo argumental, y mantener el contacto visual con los oyentes.
Relacionado con esto, he aprendido lo que es la declamación o poesía memorizada. Me gusta mucho aprender estas estrategias porque así puedo tener un abanico más amplio a la hora de elegir contar un cuento a mis futuros alumnos.
Narración con libro:
Esta fue la estrategia que escogí para la tercera actividad y ya hablo en esa entrada de ella, así que intentaré abreviar. Esta estrategia se lleva a cabo de igual manera que la anterior salvo por el apoyo visual o el libro. No se trata de leerles el relato, sino de contárselo mostrando las ilustraciones. En este momento también hay que mantener el contacto visual y tener en cuenta los mismos consejos que en la estrategia anterior.
Lectura:
Como bien dice el propio nombre, se trata de leer. Debemos vocalizar bien de manera que todos los oyentes se enteren de lo que estamos contando, y procurar mantener el contacto visual.
Tema 4: Creación literaria con y para los niños de Infantil:
En el momento de crear relatos para niños pequeños, debemos tener en cuenta su momento evolutivo y sus necesidades. Considero esto indispensable, porque si no no se adecuará a ellos y no llamará su atención.
Prosa:
Las tres estrategias que más me interesaron respecto a la creación en prosa fueron el binomio fantástico y la hipótesis absurda de Gianni Rodari, y los cuentos múltiples por núcleos. Quizá es porque lo poco que sé de Gianni Rodari me gustó mucho. Consideraba que la escuela mata la creatividad de los niños, así que creó estas estrategias para “sembrar semillas de fantasía”, y yo las considero muy necesarias hoy en día.
Verso:
En este género literario he aprendido que no es necesario recurrir siempre a los ripios o rimas fáciles, porque por ejemplo los paralelismos ya aportan ritmo al poema. Además he descubierto infinitas posibilidades en la poesía para trabajar con los niños. Siempre me ha gustado mucho la poesía, pero nunca me la han enseñado como en esta asignatura (y eso que está enfocada a niños pequeños). Cuando era pequeña creaba mis propias adivinanzas y, junto con las letanías y los acrósticos, era una de las opciones que quería utilizar en la actividad 4.
Teatro:
Respecto al teatro, considero que crear un guión entre todos los alumnos y después representarlo puede ser muy interesante. Además, ellos mismos podrán inventar la historia y escoger el personaje con el que se sientan más identificados, tendrán mucha más autonomía realizando actividades como esta que rellenando fichas.
Tema 5: Biblioteca de aula y animación a la lectura:
El rincón de lectura dentro del aula es igual de imprescindible que el resto de espacios destinados a otras actividades. En las aulas en las que he podido estar, este rincón a pesar de estar bien acomodado y preparado, apenas se usaba, y las maestras tampoco hacían mucho por incitarles a leer. Esta situación, ahora que comprendo la importancia de la literatura infantil, me da mucha pena, y pretendo fomentar su uso cuando pueda trabajar en mi propio aula.
“Hay dos tipos de niño lector, el que lee para la escuela porque es su tarea y el que lee para sí mismo, para satisfacer su necesidad de información o para alimentar su imaginación, para jugar a “ (Rodari, 1977)
Respecto al diseño, creo que es fundamental para llamar la atención de los niños. Si creamos un ambiente acogedor y ordenado, ellos tendrán más curiosidad por quedarse en ese rincón y explorar la lectura. Una buena opción, en mi opinión, es el diseño de mi actividad grupal 5 que incluía aspectos que creímos esenciales, que podríamos utilizar también para realizar actividades relacionadas con la literatura.
Cuando hablamos de animación y motivación por la lectura, debemos tener en cuenta el espíritu entusiasta de los niños e impregnarnos de él. Como dice Irune, “animar al niño a leer es dar vida al libro, soñar su historia, traspasar su portada, encariñarse con sus personajes, identificarse con sus acciones.”
La biblioteca de aula es un paso más hacia la enseñanza de la literatura infantil y su disfrute, y como maestras debemos proporcionar los mejores recursos posibles a nuestros alumnos.
Conclusión final:
“Para una literatura infantil que no caiga sobre los niños como un peso externo o como una tarea aburrida, sino que salga de ellos, viva con ellos, para ayudarlos a crecer y a vivir más arriba, tendríamos que conseguir relacionar íntimamente estos tres sustantivos: imaginación-juego-libro.”
(“La imaginación en la literatura infantil por Gianni Rodari”, publicado en la revista Perspectiva Escolar)
Esta cita resume bastante mi idea de disfrutar y hacer disfrutar la literatura infantil dentro y fuera del aula. Considero esencial la imaginación en los niños y su reflejo en todas las actividades que realicen, y si podemos enseñarles y educarles a través del juego y del disfrute, mejor.
He de felicitar a mi profesora por haber conseguido que una asignatura que llevaba años aburriéndome me gustara tanto ahora, y por haberla enfocado de esta manera tan amena y divertida. Creo que con esto último todos mis compañeros estarán de acuerdo. Me ha encantado realizar todas las actividades, me lo he pasado muy bien en clase y me ha encantado también escuchar todos esos cuentos, conocidos y no conocidos.
Ahora sé qué cuentos se acercan a las distintas edades con las que trabajaré; cuales son más adecuados que otros y qué características deben tener; qué estrategia utilizar con cada relato; cómo fomentar el interés de los niños; distintas formas de crear literatura con los niños y para ellos, y cómo sacar el máximo partido al aula para trabajar la literatura infantil.
Bibliografía: